La vida no hay que planearla. Ella llega, se te presenta y ofrece todo lo que puede darte para que escojas aquello con lo que más disfrutes. No esperes que te dé solo lo que tú le pidas y como lo pidas. La vida es orgullosa, y eso no te lo va a conceder.
Hay que saber valorar y utilizar todo lo que tengas en tu poder para aprovechar cada día desde su primera hora.
El tiempo pasa, aprovecha cada oportunidad que conozcas. No te quedes sentado esperando a que llegue lo que crees que mereces, pensando que el karma te va a recompensar algún día, porque seguramente esa oportunidad no exista.

Corre, pero no huyas.

Días de borrasca, víspera de resplandores.

Ha pasado ya un año, y echo la vista atrás y me arrepiento de tantas cosas...

De seguir intentando lo imposible a sabiendas de que lo era, de creerme feliz cuando no hacía más que darme de cabezazos contra el mismo muro una y otra vez y obviar las demás salidas por cegarme. Cuánta ignorancia y estupidez, ¿quién quiere ser una marioneta de por vida?

Y de repente, en algún punto que no recuerdo,  me encontré donde debería estar; el motivo por el que hoy estoy aquí.  Donde tengo más de lo que necesito y puedo asimilar.
No sé si fue por el famoso karma o porque supe salir instintivamente, pero por fin puedo decir que desde hace meses disfruto del mejor momento de mi vida, sin nada que la atormente.

Ya no hay miedo a la caída, he consolidado tan bien los cimientos y estoy tan segura de ellos que me arriesgaré a todo lo que pueda y se me presente. Si sale bien, perfecto, y sino, a seguir.

¡Remontada!

Por fin ha pasado mayo. He sobrevivido al mes, con todas las dificultades que presentaba, y superando con creces mis expectativas. Todo lo que ha podido salir bien, ha salido genial, y junio no podía empezar mejor (tampoco lo diré muy alto).

Desde luego, la mejor táctica sigue siendo ser independiente.  Libre.