Ssshh... No lo digas muy alto.

No lo digas muy alto, que todo se gafa.


No diré muy alto que nunca conoceré a alguien que consiga que deje todo atrás, que consiga hacerme arriesgar. Que haga que me trague mis palabras, una por una, sobre lo que veo inviable. Que cambie por completo mi visión respecto a ciertas cosas. 

He intentado seguir en mi línea, pero no me han dejado.  Me han cogido de la mano disimuladamente, sin darme cuenta, hasta que me he acostumbrado al tacto, y me han agarrado con fuerza para llevarme donde sea necesario. Donde yo renegaba a ir. 


Tú, que probablemente nunca leas esto, has conseguido todo eso y más, mucho más. Y más que aún no sabemos. 
Tú, que no eras más que una voz desconocida, ahora te has convertido en mi compañero. Compañero de alegrías y... Más alegrías.
Quien supera sus miedos para complacerme, y quien hace que supere los míos. Quien consigue que los kilómetros no sean una barrera y quien consigue que propuestas inimaginables para mí, no lo sean tanto. 


El que ha transformado un "No, ni de coña." a un "Hey, que sí."

Que sí. Que, por fin, me voy.

Pero no lo digas muy alto...  

Todo cambia.

Cambia lo superficial
Cambia también lo profundo
Cambia el modo de pensar
Cambia todo en este mundo

Cambia el clima con los años
Cambia el pastor su rebaño
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño

Cambia el más fino brillante
De mano en mano su brillo
Cambia el nido el pajarillo
Cambia el sentir un amante

Cambia el rumbo el caminante
Aúnque esto le cause daño
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño

Cambia, todo cambia...

Cambia el sol en su carrera
Cuando la noche subsiste
Cambia la planta y se viste
De verde en la primavera

Cambia el pelaje la fiera
Cambia el cabello el anciano
Y así como todo cambia
Que yo cambie no es extraño

Pero no cambia mi amor
Por más lejos que me encuentre
Ni el recuerdo ni el dolor
De mi pueblo y de mi gente

Lo que cambió ayer
Tendrá que cambiar mañana
Así como cambio yo
En esta tierra lejana

Cambia, todo cambia...

Lo que no puedes decir.

Hoy no queda casi nadie de los de antes, y los que hay, efectivamente, hemos cambiado.

Los de antes no eran tantos tal día como hoy. Naranja sigue lejos, pero con esfuerzo, cerca; Verde va y viene, aunque ya casi no le encuentra sentido; y Azul se fue para no querer volver, dejando rastro, aunque sin quererlo (y seguro sin saberlo).

Las tradiciones sólo sirven para hacer creer que todo tiempo pasado fue mejor. Quizá en algunos aspectos sí, pero en general es una gran mentira.

~


Algún día os diré lo que no puedo decir. La decepción tan grande que siento hacia vosotros tres, la tristeza de perder a gente que ha sido tan importante y te ha aportado tanto, simplemente por no querer mantener un mínimo de contacto, porque cualquier otra cosa era más emocionante.
Puedo hacer excepciones a la hora de interesarme por quien no se interesa por mí, pero no hasta el punto de ser patética y triste.

Algún día os diré lo mucho que os he echado de menos sin que os lo hayáis merecido desde hace tiempo. Ese día, con toda probabilidad, será el último que os dedique un pensamiento positivo.

"Cada mañana, al levantarnos, deberíamos preguntarnos si realmente queremos vivir el día que tenemos por delante, y si la respuesta es no, debemos hacer algo para cambiarlo. 
Hay que tener mucho valor para cambiar de vida. Pero aún más valor para hacerse la pregunta."


El cambio de rumbo ya está hecho. Y no me queda otra que saber seguir el camino.

Despierta.

Solo con un mínimo de criterio podrás valorar objetivamente lo que tienes delante.
Explota tus sentidos, date cuenta. Valóralo como se merece. Como te mereces.
Nada del miedo a lo desconocido. El miedo debería ser a lo que ya conoces y no eres capaz de soltar por mucha angustia que te provoque.
Que no es como tú crees, es sólo la idea de lo que tú quieres que sea.

He reiniciado tantas veces que ya casi no me queda nada de lo que había antes. He querido deshacerme de tantas cosas y de tanta gente que ni recuerdo qué tenía ni por qué ya no están ahí. He llegado a coleccionar tantas experiencias en tan poco tiempo que nunca alcancé a asimilarlas, y  nunca tuve la capacidad de preservarlas.

He querido tantas veces dejar de ser de una forma para empezar a vivir de otra que ya no sé ni cómo soy realmente ni cuáles son mis expectativas.

He dado por sentado en demasiadas ocasiones estar en mi lugar, en el sitio del que no te irías... y agobiarme tan rápido, que nunca asumí que puede que de momento me toque seguir buscando.

He creído tantas veces que tenía mil oportunidades para hacer lo que quisiera... Que nunca quise elegir otra que no fuera lo mismo de siempre.

Ando en círculos desde hace mucho. Viendo cosas diferentes cada vez, pero llegando al mismo sitio.


Otro mes trascendental.

La vida no hay que planearla. Ella llega, se te presenta y ofrece todo lo que puede darte para que escojas aquello con lo que más disfrutes. No esperes que te dé solo lo que tú le pidas y como lo pidas. La vida es orgullosa, y eso no te lo va a conceder.
Hay que saber valorar y utilizar todo lo que tengas en tu poder para aprovechar cada día desde su primera hora.
El tiempo pasa, aprovecha cada oportunidad que conozcas. No te quedes sentado esperando a que llegue lo que crees que mereces, pensando que el karma te va a recompensar algún día, porque seguramente esa oportunidad no exista.

Corre, pero no huyas.